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Este creo que va a ser un artículo largo, porque hay que romper muchos mitos respecto a cómo invertir en bonos, qué son, cómo funcionan y qué rentabilidad puedes esperar de ellos. A menudo son los grandes olvidados en las carteras de inversión porque ofrecen menos retorno —eso no lo negaré—; no obstante, cumplen dos funciones esenciales: una, minimizar el riesgo de tu inversión, y dos, te aportan un dinero que podrás utilizar, cuando llegue el desastre —que llegará, tarde o temprano— en comprar acciones a precio de ganga.

¿Qué son los bonos o renta fija?

Un bono es un valor de deuda que emite una institución (gobierno o empresa) para recaudar capital; a cambio, este emisor de bonos se compromete a devolver al comprador el valor original del bono, más unos intereses (el cupón). Se considera una inversión en deuda de renta fija, ya que las condiciones del bono son determinadas durante su emisión.

Es, nada más y nada menos, que invertir en deuda. Ofreces un préstamo a una entidad que lo necesita, a cambio de que te devuelva el dinero prestado más unos intereses. Es un tipo de inversión en renta fija, donde tienes la seguridad de saber de antemano cuánto vas a ganar, lo cual es beneficioso por si llegan malos tiempos. ¿El contrapunto? Ofrece peores resultados que otros tipos de inversión.

Características de los bonos que debes conocer

  • Precio del bono. El valor del bono, tanto en el momento de compra como su valor actual (si los nuevos bonos ofrecen menos intereses, tu bono aumenta su valor, y viceversa).
  • Fecha de maduración. En qué momento recuperarás el dinero inicialmente invertido.
  • Interés del cupón. Cuántos intereses vas a recibir mientras conserves el bono.
  • Fecha de pago de los cupones. Con qué regularidad y cuándo te pagarán esos intereses.
  • Calificación del bono. Cómo de probable es que el emisor de bonos pueda hacer frente a sus compromisos.

¿Cómo ganar dinero con bonos de inversión?

Existen dos posibilidades para ganar dinero en el mercado de bonos.

  1. Mantener el bono hasta su fecha de maduración, de este modo irás cobrando los intereses que genere el bono a través de su renta fija, su cupón, hasta el momento de recuperar la inversión inicial.
  2. Vender tu bono cuando su precio suba, normalmente debido a un descenso de los tipos de interés en los bonos posteriores.

En el primer caso, supongamos que tienes un bono de 1000€ a diez años que paga un cupón del 2,5% anual. De modo que cada año cobrarías 25€ de renta fija y cuando el bono madure recuperas tus 1000€ iniciales. Fácil.

En el segundo caso, si los nuevos tipos de interés son más bajos, tu bono acaba de subir su valor en el mercado, porque ofrece un cupón mejor que el actual. Y viceversa.

Ventajas de invertir en bonos

Existen muchas opiniones respecto a invertir en deuda, la más importante es que los bonos no están aquí para hacerte rico, pero pueden ayudarte con tus finanzas en otros aspectos.

  1. Ahorro. Los bonos son una forma de almacenar capital, una que te ofrece cierta rentabilidad fija anual, entre el 1% y el 4% según el tipo de bono que elijas. Estos intereses son superiores a los que ofrecen las cuentas bancarias, y si te decantas por la opción del bono ETF conservas la liquidez necesaria para recuperar tu dinero en cualquier momento.
  2. Seguridad. El precio de un bono no varía, por lo que puedes recuperar el capital inicial cuando el bono expire. En el caso de los bonos ETF, su precio es poco volátil (tienen una Beta muy baja o negativa), por lo que no te alejarás mucho de tu inversión inicial.
  3. Ingresos regulares. Los cupones de los bonos serán un añadido a los dividendos que ya recibes de tus acciones.
  4. Diversificación. Si tu portafolio tiene un elevado porcentaje de acciones, los bonos son una buena estrategia para reducir el riesgo de tu inversión. Una mezcla de acciones y bonos siempre es un buen planteamiento.
  5. Dinero para el crash. Mi favorita. Tarde o temprano, los precios de las acciones se desplomarán. 2001, 2008, 2020… Es inevitable. Y como no sabes cuándo. Para ello están los bonos, para cuando el precio de las acciones se desplome venderás estos bonos para comprar acciones, lo que acelerará tu recuperación, especialmente en temas de rentabilidad por dividendo.

Riesgos de invertir en bonos

De nuevo, los bonos no están aquí para hacerte rico. Ofrecen escasa rentabilidad y tienen otros efectos perjudiciales.

  1. Baja liquidez. A menos que recurras a los bonos ETF, tu dinero estará atrapado en un bono hasta que expire o puedas venderlo.
  2. Impago. Aunque improbable, es posible que un emisor de bonos no pueda hacer frente a sus compromisos contigo.
  3. Pérdida de valor. Este defecto está condicionado a que A) aparezca un nuevo bono con mayor interés y B) quieras vender tu bono. En tal caso tu bono pierde valor, para igualarse al recién emitido. Si lo mantienes hasta que expire, igualmente recuperarás tu inversión inicial.
  4. Inflación. Si el coste de la vida aumenta más que la rentabilidad de tu cupón, técnicamente pierdes dinero. Aunque menos que si guardases el dinero en una cuenta de ahorros.
  5. Menor rentabilidad que las acciones. La rentabilidad media de las acciones durante el último siglo es de un 11,3%; en el caso de los bonos, es 5,28%.
  6. No te beneficias de la prosperidad de la empresa. A diferencia de las acciones, con los bonos de empresas no ganas más dinero si la compañía prospera. Tan solo te pagan sus intereses.

¿Cómo invertir en bonos?

Los bonos se pueden comprar directamente al emisor. En el caso de los gobiernos, se celebran pujas de forma regular. Una segunda opción es comprárselo a quien ya posee un bono y está dispuesto a venderlo. La tercera opción (que yo recomiendo) es adquirirlos a través de bonos ETF, un tipo de ETF especializado en bonos, que te ofrece la liquidez que no te ofrece un bono individual. Estos bonos ETF se pueden adquirir en cualquier broker (como ya sabes, Etoro es el que uso yo), que normalmente disponen de un amplísima oferta en el mercado de bonos.

Tipos de bonos donde puedes invertir

Más allá de las formas, existen cuatro tipos generales de bonos donde puedes invertir:

  1. Bonos del Estado
  2. Bonos municipales
  3. Bonos corporativos
  4. Bonos basura

Cada uno de ellos con distintas rentabilidades, riesgos y fechas de expiración. Todos estas inversiones se consideran más seguras que cualquier acción.

Invertir en Bonos del Tesoro (o del Estado, o gubernamentales)

El único «dinero gratis» que existe en el mundo. Gobierne quien gobierne, cobrarás. Compras un bono y cuando este madura recuperas tu inversión (junto a los intereses que te han abonado por el camino). Nada, absolutamente nada puede ofrecer tanta seguridad de ganar dinero como un bono del Estado. A menos que el país se suma en la anarquía que conduce a Mad Max o se produzca una invasión alienígena tienes la garantía de que un gobierno pagará sus bonos. Después de todo, los países deben pagar sus deudas si quieren pedir más deuda, algo que necesitan más que el comer.

Los bonos del Estado son el único dinero «gratis» que existe en el mundo. Clic para tuitear

El contrapunto es que en el mundo de poca rentabilidad de los bonos, los gubernamentales son los que menos retorno ofrecen.

Bonos municipales

Una variante local de los bonos gubernamentales son los que emiten ciudades y gobiernos regionales, probablemente para financiar infraestructura. La ventaja es que algunos bonos municipales están exentos de impuestos.

Bonos corporativos

Los emiten compañías que buscan financiar su negocio. Son más arriesgados que los bonos del Estado (pero aún más seguros que las propias acciones de esa compañía) y por ello ofrecen más rentabilidad. No obstante, este tipo de bonos se dividen en los corporativos, aquellos cuyo pago está casi garantizado porque los emiten compañías solventes (AT&T, Coca-Cola, IBM…) y los bonos basura, que explicaré a continuación.

Bonos basura (junk bonds)

Vaya por delante que creo que el nombre es demasiado peyorativo. Puede inclinar las opiniones hacia donde no deberían. Los bonos basura pueden ofrecer rentabilidades que duplican a cualquier otro bono, pero el precio a pagar es su bajo alto riesgo de impago. Para minimizar potenciales problemas, estos bonos basura se agrupan en bonos ETF para que el inversor siempre reciba (al menos) parte de los beneficios. Y con esta estrategia aún se consideran más seguros que algunas acciones, porque quienes elaboran esos ETF estudian las finanzas de las compañías que emiten los bonos antes de incluirlos en su ETF.

Consejos para invertir en bonos

Asegúrate de conocer bien la fecha de maduración del bono, para que seas consciente de cuánto tiempo tendrás tu dinero comprometido. También es sano investigar la calificación de un bono (siendo AAA el más seguro y C el bono al que no deberías acercarte, a menos que te guste el riesgo o las jugosas rentabilidades que estos productos ofrecen) y el historial de pago de quien los emite. En el caso de los bonos ETF, es fácil averiguar esta información gracias a la transparencia de los emisores.

No le des demasiada importancia a cómo está el mercado de bonos. Puede que los intereses estén muy altos, o muy bajos, o no hayan variado. O cualquier otra excusa. Pero como ya he dicho sobre las acciones siempre es un buen momento para invertir. Compras un bono. ¿Su precio baja? Compras más. Y así, poco a poco, alcanzas el precio medio para esa inversión.

Diferencia entre bonos de renta fija y bonos ETF

Un bono es todo lo arriba mencionado, un préstamo que le facilitas a una entidad a cambio de intereses. Invertir en obligaciones. Tú te conviertes en el banco. Al término del contrato, recuperas tu inversión más los intereses que has ganado por el camino.

Un ETF de bonos es una piscina donde se vuelcan multitud de bonos, con distintas rentabilidades y fechas de maduración. A medida que los viejos bonos expiran, los nuevos se introducen, de modo que persiste el flujo. Debido al constante cambio de rentabilidades, el cupón que se paga cada mes es variable.

Cuando inviertes en bonos ETF tienes derecho a un vaso de esa piscina, y mientras mantengas tu inversión, recibirás «dividendos» mensuales en función de la media de rentabilidad de los cupones.

La ventaja de este sistema es su liquidez, puedes retirar tu inversión en cualquier momento (al precio actual del mercado, que no suele varias mucho) si necesitas el dinero antes de que expire la fecha de maduración. La desventaja es que debes pagar una tarifa de mantenimiento a la entidad que se ocupa de comprar y cobrar todos estos bonos.

Algunas recomendaciones personales sobre mejores bonos para invertir ETF

Si lo que te preguntas es en qué bonos invertir hoy (algunos de los que ofrecen mayor rentabilidad) estos son los ETF a los que les tengo echado el ojo. Porque ahora que ya tengo las compañías que quiero en mi cartera de Etoro es momento de pensar en el largo plazo y futuras recesiones. Personalmente recomiendo LQD (corporativo) y TLT (Estado), pero existen otros que pueden encajar con tu forma de ser.

20+ Year Treasury Bond (TLT)

Invertir en bonos del tesoro de Estados Unidos a veinte años. En concreto, unos 36 bonos con distinta fecha de maduración (y distintas rentabilidades). El dinero gratis al que antes me refería, con una rentabilidad en torno al 2,02%. Suficiente para protegerte de la inflación, pero sin beneficio a la vista. Dinero que se guarda para los malos tiempos (los mejores para comprar acciones).

Vanguard Long Term Bond (BLV)

Una mezcla 40/60 de bonos del Estado y corporativos. Algo más de rentabilidad (2,8%) pero con un bajísimo coste de mantenimiento (0,05%), que es la marca de identidad de los ETF de Vanguard.

Investment Grade Corporate Bond (LQD)

Bonos emitidos por las compañías más importantes de EEUU (especialmente bancos y empresas de telecomunicaciones), por lo que son muy seguros. Su rentabilidad media es del 6,2% (aunque sujeta a amplias variaciones, incluso años negativos), a lo que se añade un bajo coste de mantenimiento (0,14%). Es mi recomendación personal, porque invertir en bonos corporativos compensa más que en gobiernos, después de todo, las empresas piden deuda para ganar más dinero.

Invertir en bonos. Rendimiento de LQD
Rendimiento de LQD durante la última década

Emerging Markets Bond (EMB)

Te permite invertir en deuda de países en vías de desarrollo (Qatar, Colombia, Turquía…), lo que aumenta el riesgo de tu inversión pero a cambio de una mayor rentabilidad (cercana al 4%). Todavía mantiene la calificación de bono gubernamental, aunque es algo más arriesgado. La pega es que su coste de mantenimiento es algo elevado (0,39%) pero aún así lo recomiendo.

¿Cómo invertir en bonos si no sabes?

Como consejo adicional, si dudas sobre qué bonos adquirir lo mejor será ponerse en manos de un experto. Existe un Popular Investor en Etoro que va por el nombre de Slow and Steady (Patrick Peltonen). Ofrece limitadas rentabilidades, especialmente comparado con otros, pero es porque invierte en bonos por todas las razones expuestas en este artículo. Si no sabes, que otro lo haga por ti. Puedes encontrarlo aquí.

Y si prefieres esta aproximación a los préstamos, pero con mayor riesgo (y mayor rentabilidad) siempre puedes probar con una plataforma de crowdlending. Mintos, por ejemplo. El funcionamiento es el mismo, solo que no consiste en al inversión conservadora que representan los bonos.

Este artículo de El euro extra sobre cómo invertir en bonos no debe ser tenido en cuenta como un consejo financiero, sino mi experiencia personal al invertir en bolsa a través de Etoro (al principio) y DEGIRO. Y recuerda que invertir conlleva riesgos de perder tu capital. Consulta a un verdadero experto en materias bursátiles.

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Por Carlos Pérez Casas

Recoge los beneficios de sus novelas y los invierte en dividendos porque algún día le gustaría jubilarse.

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