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Hace ya mucho tiempo que quería escribir un artículo sobre qué es un ETF, su significado y todos estos aspectos. De verdad. Porque considero que son una de las herramientas de inversión más sencillas de entender, que dan menos quebraderos de cabeza y que todos los pequeños inversores, como tú y yo, deberían utilizar. De hecho, tengo algunos en mi portafolio de dividendos. Sin embargo, por A o por B, he pospuesto la redacción de este artículo. Pero ahora DEGIRO (el bróker que utilizo) ha optado por reducir a cero las comisiones en la compra de sus ETF (ya veremos la letra pequeña, porque creo que hay algo raro en el cambio de moneda). Por lo que es el momento de hablar sobre invertir en ETF y cómo puede ayudarte a reducir el riesgo de tu portafolio mientras te aprovechas del inevitable desarrollo de la economía global.

¿Qué son los ETF?

Las siglas ETF atienden al significado de Exchange-Trade Fund (o fondos cotizados) son una herramienta de inversión que mezcla la diversificación de los fondos de inversiones con la flexibilidad de las acciones, lo que permite al inversor entrar o salir de una posición mediante una única operación de compraventa. Para que quede más claro: un ETF es una cesta de acciones que compras de golpe, todas ellas. La cesta de Navidad que incluye un poco de Amazon, Endesa, Banco Sabadell y Tesla.

Normalmente estos fondos cotizados están configurados para que sigan un índice de referencia (como puede ser el S&P500), un sector determinado (un ETF de semiconductores) o una filosofía de inversión (los 30 mejores dividendos de la bolsa europea). Como se trata de fondos pasivos (se gestionan una vez al semestre o trimestre) poseen comisiones muy bajas, y como agrupan múltiples acciones, se consideran una buena herramienta de diversificación.

En resumen, un ETF es una participación en un grupo de acciones, que puedes comprar o vender mientras el mercado está abierto y que acarrea pequeñas comisiones de gestión. ¡Un momento!, te preguntarás, ¿en qué se diferencia de un fondo mutuo (mutual fund)? Sencillo, los ETF se compran y venden durante las horas de mercado (su precio varía a lo largo del día), mientras que los mutual fund solo a la hora de cierre (su precio es fijo).

¿Por qué invertir en ETF es bueno para los pequeños inversores?

Sobre el papel, entender el funcionamiento de la bolsa es muy sencillo: inviertes dinero y, con el paso del tiempo, casi siempre ganas. No me atrevo a decir SIEMPRE porque algunas veces —no muchas— ciertas empresas se van a la ruina. Una pista sobre qué empresas te darán rendimientos y cuáles no se encuentra en los fundamentales de la empresa (el dinero que gana, el que gasta, su crecimiento, el ratio precio/beneficio de sus acciones…). Como ya he mencionado en otros artículos, las matemáticas necesarias para entender todos estos valores se aprenden en 3º de la ESO. Son fáciles.

Pero siempre queda la duda: ¿es esta la empresa correcta? No lo sabes. Nadie lo sabe. NADIE. Hay muchas variables económicas que no se pueden predecir (una pandemia, por ejemplo) de modo que el consenso general es elegir varias empresas que parezcan sólidas e invertir en todas ellas. Para beneficiarte de las subidas y protegerte en los descensos. Esto se llama diversificación. Y eso es precisamente lo que ofrecen los ETF, sin la necesidad de invertir tiempo en analizar los fundamentales de una docena de empresas.

Cuando compras un ETF que sigue el comportamiento del mercado (un ETF que replica el índice S&P500) tu portafolio tendrá un rendimiento similar a este: subirá en los buenos tiempos (la mayoría) y bajará con los malos (los años de crisis). No necesitas preocuparte por su gestión y puedes dedicar ese tiempo a ganar más dinero en trabajos extra (si quieres) e invertir ese dinero adicional en comprar más participaciones del ETF. Invertir en ETF es una forma de invertir con pereza. Pero créeme, funciona. Por eso es tan habitual.

Es como un plan de pensiones en España, que lo abres y lo dejas abandonado en manos del gestor del banco, ¿cierto? Bueno, pues el ETF es lo mismo, pero con menores comisiones porque no tienes que pagar a ese gestor, por lo que a la larga ganas más dinero. Piénsalo.

Ventajas y desventajas de los ETF

Ventajas de invertir en ETF

  • Bajas comisiones de gestión y de bróker.
  • Menor riesgo gracias a la diversificación.
  • Te permite centrarte en un sector en auge.
  • Coste-efectividad.

Desventajas de invertir en ETF

  • Nunca tendrá el rendimiento exacto del mercado.
  • Riesgo monetario (cambio de moneda dólar-euro, por ejemplo).

Minimizar riesgos gracias a una inversión diversificada

En primer lugar hablemos de aliviar tus preocupaciones. Los ETF son amigos de los inversores porque ofrecen exposición a diversas empresas a un solo golpe de clic, de modo que te ahorras el tener que estudiar los fundamental de cada empresa hasta decidir en cuál invertir tu dinero. A mí personalmente me gustan mucho los números y estudio estos valores, pero eso no significa que no meta parte de mi dinero en ETF, porque me ofrecen la seguridad de saber que mis inversiones subirán a largo plazo, y este comportamiento general mitigará el potencial descalabro de algunas de mis posiciones.

Es prácticamente imposible que invirtiendo en un ETF apuestes todo al caballo perdedor, porque si existen 106 empresas en el portafolio de un ETF y todas se arruinan, probablemente significa que la economía global ya no existe y es momento de invertir en comida enlatada y armas. Bienvenido a un mundo postapocalíptico de ciencia ficción.

Coste-efectividad

Una de las técnicas más eficaces para protegerse de la volatilidad es la de comprar todos los meses, los buenos y los malos. De este modo, la suma de tus compras divididas por su número implicará que has comprado la acciones a su precio medio. Los ETF te permiten hacer esto con facilidad, pues las subidas y bajadas de las acciones que componen el fondo se ven reflejadas en el precio del ETF. Esto es lo que yo hago con el ETF Vanguard FTSE All World HIgh Dividend. Compro un poco cada mes, suba o baje. Así me aseguro de haber comprado siempre a un precio justo.

Beneficiarte del comportamiento general del mercado

Existe una especie de aspiración dentro del mundo financiero que es «ganar al mercado». Ganar al mercado se entiende como obtener un mejor rendimiento que el índice de referencia, el S&P 500 (la bolsa de EEUU, que se compone de las 500 mayores empresas de ese país). Para los menos ambiciosos, existen ETF que imitan al mercado. SPY es uno de los ETF más famosos en este aspecto. Sin embargo, las comisiones, por pequeñas que sean (0,2%) implican que nunca ganarás al mercado. Pero eso no significa que no vayas a beneficiarte del comportamiento general, así que es buena idea invertir en esta clase de ETF.

Menores comisiones que los fondos activos

Como los fondos cotizados se gestionan pasivamente (quienes lo manejan deciden una vez al trimestre que acciones entran o salen del ETF) tienen unas comisiones inferiores a los fondos activos (entre los que se incluyen la mayoría de los planes de pensiones de los bancos españoles), por lo que con un ETF ya ganas dinero a fuerza de pagar menos. Además, soy partidario de la inversión a largo plazo, y meter o sacar acciones cada dos por tres no suele ofrecer buenos resultados a final de año.

¿Qué tipos de ETF existen?

Y hablando de clases de ETF, es momento de explicar qué hay en el menú. Dado que soy partidario de DEGIRO (y más después del anuncio de la rebaja de sus comisiones en ETF en euros a partir del 20 de diciembre de 2021), voy a englobar las diferentes clases de ETF que están disponibles para invertir en esa plataforma. Recuerda que hasta el 20 de diciembre, algunos de estos productos pueden acarrear algunas comisiones del bróker. Existen 6 clases generales de ETF:

  1. Fondos indexados
  2. Acciones
  3. Bonos
  4. Materias primas
  5. Inmuebles
  6. Especiales (criptomonedas, inversos, apalancados…)

ETF de fondos indexados

¡Deja atrás las preocupaciones sobre los altibajos de la bolsa! ¿Qué acciones compro? Fácil. Todas. Compra un ETF que imite el comportamiento del mercado y surfea las olas de la economía global. Sigue con tu trabajo, dedica una parte de tu salario a comprar más ETF cada mes, y cuando llegue el momento de jubilarte recoge los beneficios de 30 o 40 años de crecimiento económico (pese a los baches que encontrarás durante el camino).

No hay mayor misterio respecto a estos ETF. Compran todas las acciones del mercado (en proporción al tamaño de las empresas que lo componen) y dejan que las fuerzas económicas tiren de los hilos. Por eso estos fondos indexados son tan baratos (comisiones mínimas por el poco esfuerzo que conllevan) y eficaces (imitan el rendimiento del mercado). La opción predilecta a largo plazo para los pequeños inversores.

ETF de inversión en acciones

Sobre esto hablaré más, porque en mi opinión, son los más interesantes. Está muy bien apuntarse a la ola del mercado y olvidarse de las preocupaciones, pero siempre es buena idea dejar que tu lado avaricioso asome un poquito y busques obtener un mayor rendimiento. Después de todo, estamos en bolsa para mejorar nuestras expectativas de futuro, de modo que podrías dedicar un poco de tiempo a estudiar algunos productos concretos que ofrezcan mejores perspectivas que los fondos indexados, pero que a la vez mantengan la diversificación.

Esta clase de ETF está orientada a ciertas filosofías de inversión, como la industria farmacéutica, la reapertura del turismo, empresas que contribuyan al medio ambiente o que tengan un crecimiento anual superior al 15%. Existen multitud de posibilidades. Y por eso son tan jugosos (algunos) y a los que querrías dedicar tu atención si prefieres algo más específico que un fondo indexado pero menos agotador que elegir acciones individuales.

En este punto mencionaré que existen ETF por sectores (como eléctricas, tecnológicas, pagos digitales, logística, aerolíneas, industria del motor…) pero mis favoritos son los ETF orientados al pago de dividendos. En algunos artículos de El euro extra he mencionado compras en algunos ETF, en concreto uno sobre dividendos Vanguard FTSE All World HIgh Dividend, y tenía otros tres en el punto de mira. Pero con el reciente anuncio sobre reducción de comisiones, es posible que amplíe mi horizonte.

Lo importante es que estos ETF más específicos conllevan unas comisiones ligeramente más elevadas (porque son gestionados cada trimestre) que los fondos indexados, pero muchos de ellos ofrecen rendimientos algo superiores al mercado, por lo que es interesante dedicar tiempo a estos productos y elegir dos o tres en los que invertir a largo plazo (puedes repartir 200€ al mes en ETF que cuesten 50, 80 y 30 euros, por ejemplo).

ETF de bonos o deuda

Otro de los amigos de los inversores. Este es muy fácil de entender: cuando compras un ETF de bonos te conviertes en el banco. Eres tú quien presta dinero a la empresas o países, a cambio de que te paguen unos intereses. Si estás pagando una hipoteca habrás visto las tablas de intereses que le abonas al banco cada mes. ¿No sería maravilloso que esas tablas las mirasen otros, calculando cuánto te van a pagar a ti este mes?

Debo decir que los ETF de bonos ofrecen rendimientos inferiores a los de acciones, pero a cambio ofrecen cierta seguridad en los pagos y es improbable que pierdas dinero con ellos. Menor rendimiento a cambio de certeza, así son estos fondos de deuda. Son adecuados para inversores conservadores.

Nota: Necesito aclarar algo sobre los ETF de bonos. Si compras un ETF de deuda y sube de valor, significa que ganarás menos intereses en el futuro. Si pierde valor, significa que el ETF pagará más intereses. A largo plazo, siempre ganas lo mismo (renta fija), ya sea al vender o por los intereses cobrados.

ETF de materias primas

Sencillo. En lugar de comprar un lingote de oro, compras un papel que asegura que tienes un lingote de oro. O diez barriles de petróleo. O dos toneladas de acero sueco. Estos ETF benefician en tiempos de inflación, porque posees la materia prima que sube de valor. Pero aquí ya hablamos más de especulación que de inversión.

ETF de inmuebles

Técnicamente no inviertes en inmuebles, sino en REIT (empresas que se dedican a la compraventa y alquiler de inmuebles), pero se considera un sector aparte. Este es muy fácil de entender, y muy aconsejable. Imagina estos ETF de inmuebles como un dinero que juntáis entre varios amigos (unos dos millones de amigos, en este caso) para comprar centros comerciales, oficinas, residenciales, campos de fútbol… y os repartís el dinero del alquiler entre todos. Quien más aporta, más recibe. Evidentemente.

Personalmente me gusta mucho este modelo, porque los españoles entendemos muy bien lo de invertir en vivienda y el ETF te da la ventaja de vender con rapidez si lo necesitas. A diferencia de un piso, que podría estar meses en espera de un comprador. Échale un vistazo a estos.

Especiales

Los llamo así porque no sé cómo categorizarlos. Son ETF muy específicos para ciertos inversores, los más habituales incluyen una mezcla de acciones, deuda y materias primas (normalmente oro). No obstante, los hay más arriesgados, muchos más.

Recientemente han surgido ETF de las volátiles criptomonedas y acabo de enterarme que existen ETF monetarios que se benefician de la relación euro-dólar, euro-libra, dólar-yen… Como digo, se trata de unos fondos muy específicos que están a tu disposición.

Aún más arriesgados son los ETF que incluyen posiciones con apalancamiento (dinero prestado), por lo que multiplican varias veces las subidas y bajadas del mercado. Podrías ganar un 40% en un año, o perder un 120% (sí, perder más de los que tienes). Es una especie de inversión acelerada, que conlleva riesgos igualmente acelerados.

Pero sin duda el más especial es el ETF inverso. Normalmente un ETF es una posición a largo plazo —dado que se trata de una cesta de acciones, es normal que lo conserves en tu portafolio durante largo tiempo para que ofrezca sus frutos— pero los ETF inversos no están destinados a mantenerse mucho tiempo en tu cartera, dado que los ETF inversos también son una cesta de acciones, pero con todas las posiciones en corto (venta), de modo que te beneficias cuando las acciones bajan (durante un crash del mercado). Son productos arriesgados porque no solo debes acertar a la bajada del mercado, sino también el cuándo. Un producto arriesgado, que personalmente no recomiendo.


Este artículo de El euro extra sobre cuáles son las ventajas de ser accionista de una empresa no debe ser tenido en cuenta como un consejo financiero, sino mi experiencia personal al invertir en bolsa a través de Etoro (al principio) y DEGIRO. Y recuerda que invertir conlleva riesgos de perder tu capital.

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Por Carlos Pérez Casas

Recoge los beneficios de sus novelas y los invierte en dividendos porque algún día le gustaría jubilarse.

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